Comisiones bancarias (por descubiertos en cuenta, retrasos en pagos de préstamos y tarjetas, por no renovación de líneas de crédito…)
Intereses usureros de préstamos y tarjetas de crédito (tarjetas revolving)
Importes cobrados indebidamente por aplicación de cláusulas abusivas de la hipoteca (gastos hipotecarios, cláusulas suelo, hipotecas multidivisa, IRPH…)
La insolvencia es la imposibilidad de atender de forma regular las obligaciones exigibles, siendo frecuentemente consecuencia de haber caído en una situación de sobrendeudamiento.
La Ley de la Segunda Oportunidad permite a los particulares cancelar legalmente sus deudas, de manera total o parcial dependiendo de su situación personal y patrimonial, y de sus ingresos.

Sobrendeudamiento por deudas de actividad profesional (deudas avaladas o derivación de deudas de empresas no concursadas)

Sobrendeudamiento por deudas personales o por reducción de ingresos en la unidad familiar (pérdida de empleo o de ingresos de actividad profesional)